Por
Laura Ropero y Julieth Sepúlveda
El proyecto “Algo más que la realidad” tiene como objetivo reflexionar sobre el
imaginario que tienen las personas sobre algunas supersticiones. Para
lograr este objetivo realizamos encuestas
y entrevistas a 50 personas de la
ciudad. Curiosamente el 95% de estas personas dicen no creer en las
supersticiones que oscilan entre lo supersticioso y lo paranormal, mientras que
el 5% restante dice haber experimentado eventos que no pueden explicarse de
manera racional.
Años atrás se contaban relatos de seres sobrenaturales que permitían crear un juego macabro para asustar a los niños. Hoy en día los más conocidos son “La Llorona”, que es la historia de una mujer que por miedo a criar a su hijo, abortó, y lo arrojó al río, y quien desde entonces todas las noches se aparece con una imagen física escalofriante, gritando “donde está mi hijo” y llorando a gritos. Esta historia nos fue relatada por el señor Amezquita en el ancianato de la cuidad de Duitama. “El Hojarasquin”, es la historia de un joven que por ser muy grosero con la mamá se convierte en un árbol feo, asustando a todos aquellos que se portan mal con la mamá. Otras personas relatan cuentos sobre “El diablo” y sobre “Las almas benditas”
Años atrás se contaban relatos de seres sobrenaturales que permitían crear un juego macabro para asustar a los niños. Hoy en día los más conocidos son “La Llorona”, que es la historia de una mujer que por miedo a criar a su hijo, abortó, y lo arrojó al río, y quien desde entonces todas las noches se aparece con una imagen física escalofriante, gritando “donde está mi hijo” y llorando a gritos. Esta historia nos fue relatada por el señor Amezquita en el ancianato de la cuidad de Duitama. “El Hojarasquin”, es la historia de un joven que por ser muy grosero con la mamá se convierte en un árbol feo, asustando a todos aquellos que se portan mal con la mamá. Otras personas relatan cuentos sobre “El diablo” y sobre “Las almas benditas”
Estos últimos
dicen que si un alma no cumplía su misión se quedaba en el mundo terrenal,
pagando sus penas y tratando de que alguien la ayudara; se dice que hay un día
especial en el año, el 1 de Noviembre, en el que las almas se reúnen; sin
embargo para que las almas puedan subir al cielo, las personas que las quieran ayudar deben arrodillarse y
rezar un Padre Nuestro.
Algunas personas
dicen que a veces en imágenes, manchas, sombras o siluetas, se ve o se siente
la presencia de cosas sobrenaturales, sin embargo hay personas que dicen
haberlos visto en rincones, paredes o esquinas y solucionan estos dilemas
diciendo que son almas, que por alguna razón permanecen en este lugar.
Con ciertas
historias se percibe otro tipo de problemas, por ejemplo al pensar que el
diablo se le aparece a los hombres infieles por conjuro de sus propios amantes.
Otros opinan que se debe tener cuidado con los duendes ya que ellos te
persiguen cuando quieren, son pequeños, traviesos y mal educados, y hay quienes
agregan que se obsesionan especialmente con las niñas.
En los colegios
también se concentra una gran cantidad de relatos; en los pasillos, presencias
que no pueden explicarse o elementos extraños en las noches; zombis de niños
que deambulan queriendo escapar o encontrar su clase, apagando y prendiendo las
luces, asombrando a los porteros en las noches y a trabajadores que pretender
seguir cumpliendo su labor, son ejemplos de estos imaginarios.
Estudiantes del
grado sexto afirman que: “nunca han dañado los jardines, que debió ser el
duende”. En el colegio también se ven profesores fantasmas, directivos
fantasmas, estudiantes fantasmas haciendo evaluaciones fantasmas que arrojan
resultados o notas fantasmales; lo que más nos aterraría sería una izada de
bandera fantasmal, o la mujer con cabello largo que camina en la sala de dibujo
que según los estudiantes de sexto, quizás anda buscando su clase o simplemente
no puede descansar en paz.
Uno de los
objetivos de nuestro proyecto consistió en poder refutar el rumor que existe
sobre los restos que reposan en un antiguo cajón de madera que se ubica en el
tercer piso, frente al taller de diseño; le exigimos a la profesora que nos
permitiera revisar el cajón minuciosamente y no pudimos encontrar nada, aunque
hay quienes dicen que a veces se escucha cierto llanto; sin embargo una persona
que nos pidió que no rebeláramos su nombre, nos contó que los restos fueron
trasladados a otro lugar antes que se hiciera la fusión con la Tundama en el
año 2002; la persona manifiesta no saber a donde fueron trasladados.
Otra de las
historias que nos llamó la atención, fue el relato de la mujer con cabello
largo que camina en la sala de dibujo; se dice que hace pausas, que enciende y
apaga la luz, que se ve su sombra de un lado a otro, que deshace las planchas y
corre las cortinas (aclaramos sin embargo, que nunca ha habido cortinas en la
sala) y lee los mensajes de amor o desamor que se envían los estudiantes a
través de las mesas.
Entrevistamos a
la profesora de dibujo técnico, Andrea Rubiano y ella señaló que no cree en
esas cosas sobrenaturales, y que por consiguiente no ha visto, ni sentido
presencias extrañas en el salón.
Ya saliendo del
colegio, en otros sitios donde comúnmente hacen sus apariciones, es en las
casas antiguas de la ciudad; una de estas historias cuenta que en la “20”, en
uno los extintos burdeles se escuchaba el llanto de un bebe; el relato nos
recuerda el siguiente poema de José Manuel Arango:
ACERCA DEL NIÑO NACIDO EN LA CASA DE
PUTAS
Y si en la casa de putas nace un niño
Y si los hombres cuando acaban de desvestirse para fornicar en la noche
lo oyen llorar al fondo de la casa o de su corazón vacío.
Y si en la casa de putas nace un niño
Y si los hombres cuando acaban de desvestirse para fornicar en la noche
lo oyen llorar al fondo de la casa o de su corazón vacío.
La persona
nos contó que el lugar siempre permanecía frío, lleno de soledad y tristeza; se
cuenta que en la remodelación de las paredes se descubrieron los restos del
bebé y que el hombre no dio aviso a las autoridades pensando que el bebe sería
el ángel que cuidaría del lugar, razón por la cual no dio aviso a las
autoridades.
Si recuerdan
alguna historia que podamos agregar a nuestro relato, háganosla llegar, por
ahora nos despedimos pensando que estas palabras no son nuestras sino que estos
seres sobrenaturales nos las dictaros.
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