Por Gina Milena Núñez Niño
Decidí recorrer
el Barrio La Paz ya que es mi barrio y es un barrio poco reconocido. Quise
rescatar la importancia de los relatos contados por sus habitantes más antiguos;
empecé por entrevistar a las personas que han vivido allí durante toda su
vida y que ayudaron con el progreso del
barrio; mi proyecto se centró en tres familias importantes que viven aquí desde
sus inicios, y que ayudaron en la construcción de este sector y al progreso de una
parte de la historia de Duitama; esto lo digo porque una de las vías
principales de acceso a la ciudad atraviesa el barrio.
El Barrio
La Paz limita con el barrio San Luis, San Juan Bosco y San José Alto, y su principal vía de transporte es la que lleva
al municipio de Santa Rosa de Viterbo; también abarca desde lo que hoy es el
Bienestar Familiar hasta las viviendas ubicadas después del río Chiticuy, subiendo
la circunvalar hasta la calle 28 con carrera 17; también puede decirse que
limita con un grupo de viviendas ubicadas en la salida a Santa Rosa hasta la
casona denominada Betania.
En
cierta manera La Paz es un barrio reciente ya que se constituyó en el año de
1997 antes de ser llamado así; el sector estaba anexo a barrios como San Luis,
San Juan Bosco y San José; el crecimiento del barrio en particular se dio
gracias a la ubicación por parte del Padre Leoncinto, de un colegio de
enseñanza vocacional en el cual se enseñaba únicamente a los hombres y la
educación se basaba en la siembra y cría de animales. Este funcionó por muchos
años, y hoy son instalaciones de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia; posteriormente y por la necesidad de crecimiento de la industria, se
creó el Instituto Técnico Industrial Rafael Reyes.
Una de
las entrevistas que realicé fue a la señora Aristelia Cely de Torres; ella me contó
que sus padres eran de las familias más reconocidas en el sector; el señor Luis
Felipe Cely y la señora María Antonia Combariza, me contaron que el nombre
inicial del sector era vereda San Antonio, hace unos cuarenta años atrás. El
barrio también fue llamado San Vicente, nombre que se le dio por la ubicación
cercana que tenía al hospital. Este fue trasladado y las instalaciones
pasaron a ser del antiguo Seguro Social;
hoy en día en este lugar funciona una sede principal del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar.
En una
de las entrevistas realizadas con el señor Oscar Torres me contó que otro de
los motores que impulsó al barrio, fue la creación del Molino Sol creado por la Unión
Harinera S.A. Esta industria contribuyó al avance económico del sector
desde el año 1911. Cuando empezó la construcción del Molino dirigida por
Gustavo Alarcón, en los años sesenta, esta empresa cambió su maquinaria original
por una eléctrica, esto significó que se necesitaban más de 48 operarios; el
Molino significó empleo para transportadores, proveedores de elementos de aseo,
de ropa de trabajo y productos de madera, empleados en la reparación de algunas
secciones de la industria.
En los
años sesenta, el trigo empezó a ser reemplazado por trigo que llegaba de otras
regiones; este elemento resultó de mejor calidad y de mejor rendimiento; quizás
esta fue la razón por la que ya no se produjo trigo en el sector. Hoy en día en
dichas instalaciones funciona la Cámara de Comercio de Duitama.
El Barrio La Paz es un
barrio tranquilo y está atravesado por el río Chiticuy. En un comienzo fue un
sector netamente agrícola donde se sembraba zanahoria, papa, repollo,
hortaliza, cebolla, frijol y maíz; el producto de esta siembra era llevado a la
ciudad de Cúcuta, el repollo a la plaza de la ciudad y el resto de los
productos eran utilizados para el consumo propio.
Hace
algunos años el barrio fue uno de los afectados por el invierno; el río
Chiticuy se desbordó causando temor entre sus habitantes; la parte sur del
barrio fue la más afectada ya que se inundó y provocó pérdidas en sus cultivos;
también el Instituto Técnico Industrial Rafael Reyes se vio afectado, y la
pérdida fue bastante grande.
En este
sector residen familias que aún
conservan algunas raíces, es decir que están allí desde que el barrio inició, por
ejemplo la familia Cely: Luis Felipe Cely y María Antonia Combariza; la familia
Higuera: Georgina Higuera de Vega y Jorge Vega; la familia Tobito; la familia
Ibáñez: Samuel Ibáñez y Rosa Fonseca.
La evolución
del barrio fue un poco lenta pero la construcción y el comercio se han ido
incrementando por la ubicación reciente del centro de Salud Tundama, el colegio
La Presentación y el Parque Recreacional del Norte, que aunque no pertenecen al
barrio, su cercanía nos ha beneficiado. Limitando con el barrio está la casa de
Betania, antiguo convento dirigido por los Padres Jesuitas. En la actualidad se
conserva su infraestructura intacta en donde funcionó durante un tiempo un
restaurante; sus dueños actuales son la familia Combariza. De acuerdo con los
habitantes del barrio, la casona parece haber sido construida hace unos 100
años aproximadamente.
Con
este proyecto intenté rescatar un poco la memoria de mi barrio, La Paz;
comprender la importancia que pervive en relatos e historias y lugares de
memoria, pero que se encuentran fundidas en la cotidianidad. Sin embargo se
deben mencionar algunos de los problemas que aquejan a la comunidad, por
ejemplo la falta de agua potable, las basuras, algunas calles abandonadas y a
merced de la intemperie y la inseguridad; también el consumo de drogas que se
hace notorio y daña la imagen del sector. Esto daña la imagen del barrio y
preocupa a los vecinos, ojala la policía y los gobernantes de turno entiendan
que los barrios y las comunidades merecen atención, y ojala que algunos vecinos
entendieran lo mismo para que todo pueda mejorar.
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